“The making of a
rockprodigy”.
Definitivamente el
conocimiento viaja en todas direcciones y muchas veces sólo es necesario estar
abierto a recibir consejos de quien en teoría “sabe menos que tú”. Así es, en
prácticamente medio siglo de estar escalando, nunca antes supe de un famoso
artículo sobre entrenamiento publicado en el 2006. Fue hasta que un nuevo
alumno, quien conoció éste deporte en TOKA la escalada hace un par de meses, se
acercó con un juego de copias y me dijo “está muy interesante, deberías
escribir algo al respecto”. Y lo prometido es deuda, al menos hasta que se
salda. Y en eso estoy, saldando deudas.
Quizá “The rock
climber´s training manual” no me hizo descubrir el hilo negro, pero si me ayudó
a confirmar muchas de las cosas antes aprendidas y sobre todo, me mostró una
manera simple de explicar algunas de ellas, las más elementales. A simple vista
parecen lógicas pero en realidad son cosas en las que no siempre ponemos
atención y en definitiva pueden ayudarnos a mejorar nuestra escalda en poco
tiempo o hacernos permanecer estancados durante meses, incluso años. Aquí un
par de ellas.
I. Tú eres tú y yo soy yo.
Suena más que obvio
y en realidad lo es, pero la mayoría del tiempo nuestro “entrenamiento” (si a
lo que hacemos podemos llamarle así), se basa en lo que están haciendo los
amigos cuando llegamos al muro. Si hacen boulder hacemos boulder, si hacen
tabla hacemos tabla, si hacen campus hacemos campus y si platican platicamos.
Pero es muy importante entender que todos somos diferentes, respondemos de
manera distinta a rutinas específicas y generalmente nuestros proyectos no son
los mismos. Mientras mi amigo entrena para un bloque vertical de regletas
microscópicas, yo entreno para una ruta de 35 metros con buenos agarres y que
desploma casi los 45 grados, pero los dos entrenamos igual y hacemos la misma
rutina.
¿Qué hacer?
1.- Establece proyectos y prioridades. Empieza planteando metas a corto plazo que sean
realizables y trabaja con base en ellas. Una vez alcanzadas podrás ir jugando
con los tiempos y las dificultades.
Para comenzar, establece proyectos realistas y alcanzables. |
2.- Identifica tus áreas de oportunidad y fortalezas. Trabaja fuerte en las primeras, sin descuidar las
segundas. Si lo haces al revés el avance es muy lento.
Trabaja de manera especial en tus áreas de oportunidad. |
3.- Sal del área de confort. Hay dos tipos de escaladores, los fuera de serie y
nosotros los mortales. Ellos pueden permitirse comer tantos tacos como quieran,
beber litros de cerveza y desvelarse hasta el amanecer y seguirán encadenando las
rutas más duras del planeta. Nosotros tenemos que entrenar mientras ellos
comen, beben y se desvelan.
Sal de tu área de confort. |
II. Si quieres mejorar, tienes que entrenar.
“Improving is the obvious reason to train and every
climber I have met has always wanted to get better”. Definitivamente la clave de mejorar está en
entrenar, incluso quiere mejorar quien se escuda en la famosa frase de Alex
Lowe que dice que “el mejor escalador del mundo es el que más se divierte”. Quien
sube fluido por los 5.9 quisiera subir igual por los 5.11; quien va sobrado en
los V7 quisiera flotar también en los V9; y quien queda en tercero en la Copa
del Mundo, quisiera quedar en primero la próxima temporada. Así es, los fuera
de serie también entrenan y lo hacen fuerte. Recuerda: 1% talento, 99% trabajo
duro.
¿Qué hacer?
1.- Mejora tu fuerza. Trabaja específicamente en ganar fuerza de dedos y de
tracción. Hay muchos métodos, desde el simple hecho de escalar hasta trabajar
en las tablas o el campus. Infórmate de cómo hacerlo y hazlo de acuerdo a los
proyectos y prioridades que estableciste anteriormente.
Mejora tu fuerza de dedos y tracción. |
2.- Aumenta tu resistencia. El cuerpo sabe lo que es el ácido láctico y es capaz
de asimilarlo tan bien como lo acostumbres. Al mejor escalador del mundo
también se le abren las manos, sólo tarda más tiempo (bueno, muchísimo más
tiempo).
Aumenta tu resistencia. |
3.- Mejora tu técnica. Aquí no hay secretos, se trata de escalar tanto como
se pueda. El cuerpo tiene memoria y mientras más movimientos (y trucos) le
enseñes, más oportunidades tendrá de resolver diferentes secuencias. Varía tus
zonas de escalada, cambia de estilos y muy importante, usa los pies. Gran parte
de la escalada está en cómo pisas, mientras mejor lo hagas menos tendrán que
cargar tus brazos, de esa manera economizarás la fuerza y resistencia antes
entrenadas.
Usa correctamente los pies. |
Si no dispones de
más de 40 horas a la semana para salir a la roca (que es lo común para quien
estudia o trabaja), el mejor camino para mejorar y prevenir lesiones es
entrenar. Recuerda que el saber que
estás mejorando equivale a una sobredosis de motivación y lo mejor es que es
divertido… ¡Try hard!
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