A unos 81 kilómetros de la capital del Estado
se ubica ésta pequeñita población, en teoría una de las más pobres (según
Wikipedia), pero que esconde entre sus parajes una gran cantidad de roca
caliza. Paredes verticales, desplomadas, pequeñas cuevas y algunas otras nada
pequeñas, como la que en éste viaje nos disponíamos a conocer.
Chris ya nos había contado de San Cayetano y
finalmente llegó el momento de visitar ésta nueva zona, en la que sin duda él y
don Gunter principalmente, han hecho uso de sus recursos y mucha mano de obra para
desarrollar uno de los sectores más bonitos de todo Guadalcázar, lo cual sin
duda no ha sido fácil, considerando que hay que caminar por lo menos entre 45
minutos y una hora para llegar a la cueva (de regreso un poco más).
Salimos de madrugada para llegar puntuales a
nuestra cita en el zocalito del pueblo, después de cinco horas de camino (con
una breve escala a desayunar) finalmente llegó el momento de comenzar a
caminar. Una larga caminata nos separaba de la cueva, pero el paisaje siempre
ayudó a seguir motivados. Finalmente, después de una hora llegamos a la
escalerita que conduce directo al acceso a la cueva.
Una vez recuperados del camino pudimos observar
el gran potencial de San Cayetano; sus paredes llenas de estalactitas provocan
el deseo de subir todas y cada una de las rutas hasta el momento equipadas. Una
escalada relativamente atlética y con un estilo peculiar nos dio una no muy calurosa
bienvenida, pero como toda zona, es cuestión de familiarizarse un poco y no
dejar de luchar hasta llegar a las cadenas.
Por el momento es posible probar rutas que van
de 5.11a hasta 5.12d, pero en ese viaje Christian se encargo de trazar una
nueva línea que no solo se ve increíble sino bastante dura, como dicen por ahí,
“a ojo de buen cubero”, por lo menos 5.13c/d.
Como tip, para aquellos que en viajes exprés
prefieren consentirse, vale la pena hospedarse en alguno de los hotelitos de la
plaza, en lo personal siempre hemos tenido una excelente atención en el Hotel
Real de Alcázar, en donde Don Marcelino se encarga de que la estancia sea lo
más placentera posible. Un lugar limpio, económico y con una comida
sorprendentemente buena.
Así pues, tristemente terminó el fin de semana
largo, pero esperamos que se repita lo antes posible, ya que sin duda
Guadalcázar tiene todavía muchas cosas que ofrecer a todos aquellos que quieran
pasar un buen fin de semana de escalada.
Un agradecimiento especial a todo el Team KAYA
que sigue y sigue desarrollando zonas de escalada. ¡Muy bien!
Hola que tal, disculpa esta cueva de San Cayetano donde se ubica? es la que se encuentra cerquita de una muy pequeña comunidad llamada "Potrero de Pinedas"?
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