martes, 1 de septiembre de 2015

Mejora tu escalada en 6 sencillos pasos.

“The making of a rockprodigy”.

Definitivamente el conocimiento viaja en todas direcciones y muchas veces sólo es necesario estar abierto a recibir consejos de quien en teoría “sabe menos que tú”. Así es, en prácticamente medio siglo de estar escalando, nunca antes supe de un famoso artículo sobre entrenamiento publicado en el 2006. Fue hasta que un nuevo alumno, quien conoció éste deporte en TOKA la escalada hace un par de meses, se acercó con un juego de copias y me dijo “está muy interesante, deberías escribir algo al respecto”. Y lo prometido es deuda, al menos hasta que se salda. Y en eso estoy, saldando deudas.

Quizá “The rock climber´s training manual” no me hizo descubrir el hilo negro, pero si me ayudó a confirmar muchas de las cosas antes aprendidas y sobre todo, me mostró una manera simple de explicar algunas de ellas, las más elementales. A simple vista parecen lógicas pero en realidad son cosas en las que no siempre ponemos atención y en definitiva pueden ayudarnos a mejorar nuestra escalda en poco tiempo o hacernos permanecer estancados durante meses, incluso años. Aquí un par de ellas.

I. Tú eres tú y yo soy yo.
Suena más que obvio y en realidad lo es, pero la mayoría del tiempo nuestro “entrenamiento” (si a lo que hacemos podemos llamarle así), se basa en lo que están haciendo los amigos cuando llegamos al muro. Si hacen boulder hacemos boulder, si hacen tabla hacemos tabla, si hacen campus hacemos campus y si platican platicamos. Pero es muy importante entender que todos somos diferentes, respondemos de manera distinta a rutinas específicas y generalmente nuestros proyectos no son los mismos. Mientras mi amigo entrena para un bloque vertical de regletas microscópicas, yo entreno para una ruta de 35 metros con buenos agarres y que desploma casi los 45 grados, pero los dos entrenamos igual y hacemos la misma rutina.

¿Qué hacer?

1.- Establece proyectos y prioridades. Empieza planteando metas a corto plazo que sean realizables y trabaja con base en ellas. Una vez alcanzadas podrás ir jugando con los tiempos y las dificultades.

Para comenzar, establece proyectos realistas y alcanzables.
2.- Identifica tus áreas de oportunidad y fortalezas. Trabaja fuerte en las primeras, sin descuidar las segundas. Si lo haces al revés el avance es muy lento.

Trabaja de manera especial en tus áreas de oportunidad.
3.- Sal del área de confort. Hay dos tipos de escaladores, los fuera de serie y nosotros los mortales. Ellos pueden permitirse comer tantos tacos como quieran, beber litros de cerveza y desvelarse hasta el amanecer y seguirán encadenando las rutas más duras del planeta. Nosotros tenemos que entrenar mientras ellos comen, beben y se desvelan.
Sal de tu área de confort.
II. Si quieres mejorar, tienes que entrenar.
“Improving is the obvious reason to train and every climber I have met has always wanted to get better”. Definitivamente la clave de mejorar está en entrenar, incluso quiere mejorar quien se escuda en la famosa frase de Alex Lowe que dice que “el mejor escalador del mundo es el que más se divierte”. Quien sube fluido por los 5.9 quisiera subir igual por los 5.11; quien va sobrado en los V7 quisiera flotar también en los V9; y quien queda en tercero en la Copa del Mundo, quisiera quedar en primero la próxima temporada. Así es, los fuera de serie también entrenan y lo hacen fuerte. Recuerda: 1% talento, 99% trabajo duro.

¿Qué hacer?

1.- Mejora tu fuerza. Trabaja específicamente en ganar fuerza de dedos y de tracción. Hay muchos métodos, desde el simple hecho de escalar hasta trabajar en las tablas o el campus. Infórmate de cómo hacerlo y hazlo de acuerdo a los proyectos y prioridades que estableciste anteriormente.

Mejora tu fuerza de dedos y tracción.
2.- Aumenta tu resistencia. El cuerpo sabe lo que es el ácido láctico y es capaz de asimilarlo tan bien como lo acostumbres. Al mejor escalador del mundo también se le abren las manos, sólo tarda más tiempo (bueno, muchísimo más tiempo).

Aumenta tu resistencia.
3.- Mejora tu técnica. Aquí no hay secretos, se trata de escalar tanto como se pueda. El cuerpo tiene memoria y mientras más movimientos (y trucos) le enseñes, más oportunidades tendrá de resolver diferentes secuencias. Varía tus zonas de escalada, cambia de estilos y muy importante, usa los pies. Gran parte de la escalada está en cómo pisas, mientras mejor lo hagas menos tendrán que cargar tus brazos, de esa manera economizarás la fuerza y resistencia antes entrenadas.

Usa correctamente los pies.
Si no dispones de más de 40 horas a la semana para salir a la roca (que es lo común para quien estudia o trabaja), el mejor camino para mejorar y prevenir lesiones es entrenar.  Recuerda que el saber que estás mejorando equivale a una sobredosis de motivación y lo mejor es que es divertido… ¡Try hard!

Gracias Omar por ser un alumno dispuesto a enseñar, así todos mejoramos.

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