sábado, 31 de marzo de 2012

Una mirada al presente (Parte 2)… “La Disciplina”

Como ya es costumbre me he tardado un par de meses en actualizar el blog, razones, las mismas de siempre, se cruzan cosas a diario en el camino que me ayudan a evadir el sentarme un par de horas más frente a la pantalla y el teclado. Pero hoy que me he visto un poco “forzado” a descansar por una molestia en el brazo, ha sido el pretexto perfecto para continuar con la segunda parte de la historia, quizá con la que mejor me identifico dentro de mi  teoría de la Triple “D”… la Disciplina.


No sé si su origen es genético pero en general creo que siempre ha sido así, la constancia que en algunos casos se convierte en persistencia y en algunos otros hasta en terquedad, pero que de una u otra manera suele conducir al cumplimiento de los objetivos planteados, lo cual aunque es efímero, siempre vuelve a llenar los bolsillos de motivación. Así pues, se convierte en un círculo virtuoso… motivación-objetivos alcanzados/objetivos alcanzados-motivación.


La escalada se convirtió en el hilo conductor de mi vida y desde entonces, aunque con cierto toque de monotonía, todo ha girado alrededor de ella, pero por lineal que parezca cada día de escalada es único como las rutas, como cada paso que siempre puede ser resuelto de más de una manera, algo tan simple se convierte en un mundo de posibilidades, de combinaciones, lleno de variables y de soluciones.


Como dice la canción (aunque suene a programa de TV), la escalada para mí es una “Fábrica de Sueños”… “fábrica de sueños, vertederos de historias”…  la compañía, los escenarios, el clima, la sensación de la roca, los olores de cada lugar, el sudor de las manos, nada es igual, nunca se repite la historia, ni siquiera las más de 50 veces que puedes caerte en el mismo paso son iguales y eso le da su toque especial. La escalada tiene quizá un efecto similar al de la Medusa… una vez que la miras, “te conviertes en roca”.


Y a todo esto ¿Dónde quedó la disciplina? Para mí, en el día a día, en el esfuerzo cotidiano, en la búsqueda constante, en la entrega permanente, pero no sólo eso, porque si bien el diccionario la define como “la capacidad de enfocar el esfuerzo en conseguir un fin”, lo cual pudiera ser un tanto personal,  también tiene que ver con la instrucción, con el mostrar, el transmitir y el compartir. Ahí es justamente donde vuelvo al punto de partida, la escalada ha sido, es, y seguirá siendo al menos en mi caso el hilo conductor.


Forma parte de mis hobbies, de mi trabajo y ahora también de nuestro proyecto… “TOKA la escalada” (www.tokalaescalada.com) que no se escribe con “k” porque está de moda escribir todo mal, sino porque en Náhuatl, TOKA significa SEMBRAR, así pues, literalmente quiere decir “Siembra la escalada”, donde quiera que estés y con quien sea que te encuentres, compártela… compártela con toda la disciplina que te sea posible.


¡Felices escaladas!

1 comentario:

  1. ¡Excelente publicación Javier!

    Gracias por compartir percepción, visión y motivar!!

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